Por Mempo Giardinelli
Hace pocas semanas, antes de que la atención nacional y mundial se concentrara en el Coronavirus, un grupo de científicos del Conicet hizo público un documento alertando sobre las consecuencias negativas de la megaminería. Que aunque los gobiernos de todo el mundo lo nieguen –incluso desdichadamente el nuestro– es uno de los principales contaminantes destructores del medio ambiente. Y por eso mismo tan difícil de someter legalmente, aquí y en la China, y ni se diga en los Estados Unidos y Europa.
Esta cuestión también es central en materia de salud, porque no sólo las poblaciones aledañas a las explotaciones sufren las malignas consecuencias de la minería a cielo abierto (que es la peor versión). Además esas explotaciones envenenan las aguas de todo el país con sus efluentes, atentan contra la soberanía nacional territorial y fortalecen el sometimiento a grandes corporaciones y al capitalismo mundial hoy desenfrenado.
En momentos en que la Argentina contiene, con una gran disciplina social, los males de este virus que no respeta fronteras ni parece tener plazos, hay provincias como La Rioja, Catamarca, San Juan, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz, por lo menos, que están siendo atacadas por este otro feroz virus del capitalismo contemporáneo: la minería con fracking, que corrompe las entrañas del planeta y prenuncia males mayores. Y otras como Salta, Jujuy, Formosa, Chaco y el norte de Santa Fe continúan sometidas a la dictadura empresarial agroganadera que tala y deforesta millones de hectáreas en beneficio de poquísimos millonarios y multinacionales, vaciando territorios y envenando aguas y tierras con agrotóxicos que solamente están prohibidos en los países capitalistas centrales. De hecho, aunque duela decirlo, la Ley Nacional de Glaciares y la Ley de Bosques son hoy letra muerta y apenas el recuerdo de buenas intenciones.
En este contexto, también, hay que leer lo que sucede a nuestro alrededor. Porque en esencia es el planeta Tierra el que está manifestándose. El medio ambiente no entra en cuarentena; ya está en terapia intensiva.
Seamos claros: Estamos en un momento singularmente grave de la Historia de La Humanidad. Hubo muchas Pandemias a lo largo de la historia. PERO ESTA, ES LA PRIMERA DE CARÁCTER UNIVERSAL.
En todos los Continentes hay más de cuatro países donde se ha declarado la pandemia y se sigue expandiendo y creciendo numéricamente.-
El acontecimiento –altamente complejo y vertiginoso– creo que es único en la historia del Planeta Tierra; que detonó por sorpresa en todo el mundo; con mayores o menores recursos, capacidad de acierto y velocidad de reacción. Esto –así dicho– no alcanza a manifestar su dimensión ni la derivación de consecuencias casi infinitas que deberemos afrontar.-
…Pero ¡¡Y JUSTAMENTE POR ESO!! Ha de darnos –COMO ESPECIE HUMANA– lucidez y energía suficiente para entender los motivos, profundos y verdaderos para el NECESARIO CAMBIO DE RUMBO ¿O sino qué? …
Más allá de fantasías, realidades, intenciones alarmistas y/o paranoicas, es necesaria una lectura muy clara… Potente ¡¡Y vitalmente amorosa de la realidad presente!!
Se ha vuelto –de repente– necesario generar cambios de rumbo ciertos y factibles a esta realidad opresora, elitista y predadora de la vida EN TODO EL PLANETA, a partir de la cual reconstruir la Vida Social y Natural desde otro paradigma no agresivo que deje atrás el ya demostrado ¡¡y muy destructivo fracaso!!… de los paradigmas capitalistas NEO LIBERALES generadores principales del desequilibrio social y natural que vivimos, lo pérdida de Norte… (Todo da “lo mismo” si genera ganancias, siempre concentradas en muy pocas manos, sí,… y cada vez menos manos).-
Ante ésta realidad –más importante que cualquier otra cosa– Está la necesidad vital e imprescindible de ser muy cuidadosos de los más pequeños. En ellos y hacia ellos hemos de volcar tanto conocimientos, como cuidado amoroso, comprensión y lucidez de proyecto, necesario para construir “Un prado saludable, naturalmente acogedor y de bellos lugares y aromas, donde puedan dar sus primeros pasos y así aprender y aprehender, guiados por el Bien Común a Proteger, Cuidar y Amar la Vida, al Otro y a la Naturaleza”.-
Si somos capaces de entender y hacer lo necesario, SIN DUDA, tras esfuerzos lucha y afrontando muchas dificultades, riesgos y dudas, tendremos un futuro tiempo de vida y trabajo, que merecerá ser vivido, cuidado y disfrutado en bien de TODOS.-
…Lo contrario, en fin…, sería algo así como los AGUJEROS NEGROS que quedan tras la implosión final de una estrella al apagarse: capaz de generar un campo magnético de succión tal, que es lo único capaz de desviar y curvar hacia sí un haz de luz y hacerlo desaparecer –sin rebotar ni refractarse– devorado por su campo gravitacional.-
¡¡Feo… ¿No?!!!
Sobre el tema recomiendo la película «EL PRECIO DE LA VERDAD», en cartel antes de la cuarentena.-Caso legal de gran repercusión en EEUU con un final que alerta sobre el «valor» del medio ambiente frente al «precio» que nos hacen pagar las corporaciones en favor de sus ganancias e intereses.-
Este siglo empezó con la pandemia de la gripe aviar, no la recordamos, siguió la pandemia del fraude Enrón, y siguió con la pandemia Worldcom, no los recordamos, luego vino la pandemia de la gripe porcina, le cambiaron rápidamente el nombre para que sigamos consumiendo cerdo, casi me olvido de la pandemia de las «guerras de baja intensidad», y vuelvo a 1990 cuando la guerra del Golfo, Bush padre hizo contaminar las represas de agua dulce de Kuwuait, la guerra de Kosovo fue testigo del uso de bombas atómicas (uranio empobrecido), el extrativismo urbano es otra clase de pandemia, hacinamiento, precarización, psicosis, paranoia, individualismo, en 2008 tuvimos una nueva pandemia financiera de la que este capitalismo salvaje no pudo recuperarse, hubieron sismos y terremotos colosales que tampoco recordamos, así las cosas, ¿es lo de hoy un caso fortuito?, ¿o es un plan desesperado de intento de control de la humanidad con otra herramienta que no sea la guerra, el dinero o la religión? El Gran Hermano sale de las sombras, está en las calles, en las pantallas, en los megáfonos, en los teléfonos móviles, en cada uno de nosotros, ¿le alcanzará?, ¿por cuanto tiempo?, ¿estaremos en la antesala de la apertura del Séptimo Sello? El que quiera oir que oiga.